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jueves, 19 de enero de 2012

Lazaro Cardenas y el Gobierno Populista

Hacia 1935 la situación política del país era tensa, por la forma en que era conducido el gobierno. Calles protesto diciendo que habían radicalizado las exigencias de los líderes obreros y que la culpa era del presidente. Aunque varios políticos estuvieron de acuerdo con Calles, Cárdenas de su lado a las organizaciones obreras y campesinas así como a miembros del ejército. Gracias a esta situación, Cárdenas expulso a Calles del país en 1936.

En abril de 1938 reorganizó el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), la nueva denominación adoptada desde hacía un mes por el PNR (que, a su vez, transformaría definitivamente su nombre en 1946 por el de Partido Revolucionario Institucional), que se dotó de cuatro secciones, obrera, campesina, popular y militar, con un especial hincapié sobre las dos primeras. En ese mismo año, en medio de grandes tensiones internacionales, pero con el apoyo de todos los grupos sociales del país, llevó a cabo la nacionalización de las propiedades de las compañías petroleras extranjeras para crear la empresa nacional Petróleos Mexicanos (PEMEX). Aunque adoptó una actitud conciliatoria frente a la Iglesia católica, secularizó la enseñanza. Asimismo, impulsó la educación rural, especialmente a través de la creación del Departamento de Asuntos Indígenas.

Apoyó a la II República española durante la Guerra Civil que entre 1936 y 1939 tuvo lugar en ese país, y concedió asilo a numerosos refugiados españoles, a los que otorgó la nacionalidad mexicana. Cárdenas se granjeó el apoyo de las clases campesinas y obreras.

A partir de 1938, cárdenas controlo la situación política del país, así se organizo el PRM, el movimiento obrero se incorporo al nuevo partido político, e fortaleció la CMT.

En el panorama político se movían diversos intereses y tendencias. En el ala izquierda estaba Francisco Mujica, el presidente y muchos políticos que mostraron tendencias pro soviéticas y por el otro lado estaba Emilio Portes Gil, Gonzalo Vásquez Vela y otros quienes querían modificar la política gubernamental que antes del gobiernos Cardenista favorecía a la clase propietaria.

El maximato

El estado de ingobernabilidad e incertidumbre que se tenía después del asesinato del presidente del país era muy alto. El poder recayó de forma natural en el presidente saliente Plutarco Elías Calles, pero al ver lo que le ocurrió a Obregón por reelegirse, decide ejercer el poder de forma indirecta, detrás de gobernantes débiles.

Se le conoce como Maximato este periodo porque Plutarco Elías Calles, conocido como el “jefe máximo” de la revolución, influyó políticamente en la toma de decisiones de los siguientes tres presidentes.

Emilio Portes Gil

Durante su administración, que tuvo duración de aproximadamente dos años (1928-1930) hubo los siguientes acontecimientos:

• Puso fin a la guerra cristera.
• En materia educativa, se le concedió autonomía a la Universidad Nacional.
• En política interna, se creó el Partido Nacional Revolucionario o PNR bajo la dirección de Plutarco Elías Calles.

Pascual Ortiz Rubio

Representando al partido PNR, Pascual Ortiz Rubio se postuló como candidato a la presidencia y ganó las elecciones de 1930, sus principales logros fueron.

• Hacer frente a las repercusiones de la crisis económica mundial iniciada en 1929.
• Se redactó la Doctrina Estrada, la cual dice que México no debe juzgar, ni para bien ni para mal, los gobiernos ni los cambios en el gobierno de otras naciones.
• Se promulgaron la Ley Federal del Trabajo, la Ley de Crédito Agrícola y el Código Penal.

Al parecer, las presiones políticas y económicas lo obligaron a renunciar en 1932, razón de más para que el Congreso se reuniera nuevamente con el fin de elegir a Abelardo Rodríguez como presidente de México de 1932 a 1934.

Abelardo Rodríguez

Los principales acontecimientos de su administración:

• Empleó una política económica que favoreció el desarrollo de la industria y el comercio.
• Se trazaron carreteras como México-Nuevo Laredo, Puebla-Tehuacán y Morelia-Guanajuato.
• Se promulgaron la Ley de Nacionalización y Naturalización, el Código Sanitario y la Ley Orgánica de los Tribunales Federales, entre otras.
• Hubo interés por llevar la educación al ámbito rural.

El Porfiriato: La dictadura

Así se le llamó al largo régimen de Porfirio Díaz; durante éste, el país gozó de un crecimiento económico en el cual se desarrolló la urbanización y la industrialización además de las clases sociales modernas, la clase media y el proletariado.

Su mandato inició con el triunfo de la rebelión de Tuxtepec, que había estallado en el año de 1876 contra la reelección del presidente Sebastián Lerdo de Tejada. Y su gobierno tuvo tres etapas.

La primera etapa de este régimen fue el período de ascenso y consolidación en el poder

Duró hasta finales de la década de 1880; en ésta Díaz conformó su propio equipo de colaboradores y cambió el proyecto nacional de desarrollo dirigiéndolo hacia el orden y el progreso, luego de que los objetivos de los gobiernos anteriores, el de Benito Juárez y el de Lerdo de Tejada, habían sido la libertad y la ley.

Se apoyó en militares de su confianza para la pacificación del país y llevó a cabo prácticas conciliatorias, incluyendo en su gobierno a políticos de diversos equipos además de demostrarle tolerancia a la Iglesia; aunque, luego reprimió a sus enemigos e impuso a gente inexperta en los mandos.

En esta primera etapa iba logrando estabilidad lo cual lo llevaba a las reelecciones y al reconocimiento del gobierno de Estados Unidos y de los principales países europeos de aquel entonces, Francia e Inglaterra.

La segunda etapa del Porfiriato se distinguió por un notable crecimiento económico

Llegó hasta los inicios del siglo XX; durante ésta se modernizó la minería y los comercios, la agricultura comenzó la exportación, se instalaron instituciones bancarias, fluyeron las inversiones de otros países y se iniciaron muchas obras de infraestructura; pero lo más importante fue el gran tendido de vías ferroviarias y también de líneas telefónicas y telegráficas, que además de modificar la geografía, integraron al país y fortalecieron el gobierno.

Entonces, México se relacionó con más naciones del mundo ganándose un buen lugar.

La tercera etapa fue el período del auge económico del gobierno

Se basó en la despolitización de los habitantes del país; en ésta Díaz no tenía opositores, no había contiendas electorales ni críticas en los periódicos. La política se volvió excluyente, sólo participaban Díaz y los miembros de su gabinete, quienes también habían sido reelectos por lo que no ingresaban nuevas generaciones.

Esta actitud provocó un descontento en la sociedad y como también el crecimiento económico no podía ser para siempre, entonces, el Porfiriato entró en crisis.

La crisis del Porfiriato llevó a la Revolución Mexicana

Durante los últimos años del régimen porfiriano hubo crisis en todos los ámbitos de la vida nacional; en el político, en el económico, en el social y en el cultural. Fueron eventos simultáneos y el gobierno inflexible de Díaz no tuvo la capacidad para enfrentarlos, provocándose un levantamiento armado como se describe en el artículo La crisis del Porfiriato, el origen de la Revolución Mexicana.

Politica de 1824-1857


La constitución de 1824

El Acta Constitutiva de la Federación fue aprobada por el segundo Congreso Constituyente el 31 de enero de 1824, con este hecho, los legisladores sientan las bases para la discución constitucional. La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824 tenía además como antecedentes: los Elementos Constitucionales (1811) de la Junta de Zitácuaro, la declaración de los Sentimientos de la Nación de 1913 y el Decreto Constitucional par la América de 1814, mejor conocido bajo el nombre de Constitución de Apatzingán, los dos últimos emanados del Supremo Congreso Nacional de América, Congreso de Anáhuac o de Chilpancingo, y del Acta de Declaración de la Independencia y Soberanía de México del 6 de noviembre de 1813. El constituyente tuvo dos preocupaciones fundamentales: por una parte, la necesidad de organizar funcionalmente un Estado federado; y por la otra mantener el precepto de la soberanía popular que permitiera el mantenimiento de una república representativa, con división de poderes, en donde el pueblo fuera siempre el supremo elector. La constitución de 1824 consuma para siempre la libertad e independencia de México; mantiene su pertenencia absoluta al catolicismo apostólico y romano; adopta un gobierno del tipo de república representativa popular federal; reconoce como parte de la federación a 19 Estados y 4 territorios; divide el supremo poder en legislativo, ejecutivo y judicial, los organiza de manera amplia y detallada; deposita el poder legislativo en dos cámaras, una de diputados y otra de senadores; otorga una mayor importancia al poder legislativo, en ese sentido, en el título tercero denominado Del Poder Legislativo, se compone, nada mas y nada menos, que de siete secciones y 76 artículos; establece el gobierno particular de los Estados libres y soberanos, igualmente dividido en legislativo, ejecutivo y judicial; y define las restricciones de los poderes de los Estados.

México Independiente

Había nacido, y considerando todo lo que parecía prometer: gobierno popular, rápido crecimiento económico, igualdad social, regeneración cultural, grandeza nacional y sobre todo, el fin del dominio de España; en el país, se inició una larga lucha por el poder, se trataron de imponer dos ideologías en un proyecto que aun era indefinido.
En la junta gubernativa que se formó a instancias del propio Agustín de Iturbide, compuesta de 38 miembros, figuraron entre otros el mismo Juan O´Donojú, aquel que el Rey de España había encargado el gobierno de la Colonia, el Obispo de Puebla Monteagudo, Ascárate, Espinosa de los Monteros, Guridi y Alcocer, Fagoaga, etc. La regencia, prevista en el Plan de Iguala y Tratados de Córdoba, fue presidida por Iturbide y la integraron O´Donojú, Manuel de la Bárcena, Isidro Yañez y Manuel Velázquez de León.

Agustín de Iturbide, explicó en sus memorias que procuró reunir en la asamblea a los hombres de cada partido que gozaban de alta reputación. Esto no impidió que los grupos evidenciaran una profunda división al momento de elegir una forma de gobierno. Los europeos, principalmente españoles y los criollos de alta posición, manifestaron abiertamente su simpatía por la monarquía constitucional, proponiendo en primera instancia ofrecer el trono de México a Fernando VII.

Agustín de Iturbide

Fue preparando el terreno para su ascenso al poder. Su astucia política lo había logrado llevar a la cúspide de la fama, y la noche del 18 de mayo de 1822, un sargento del Ejército Trigarante, quizá ignorante, quizá rudo e impulsado tan solo por un arranque de simpatía personal arengó a las tropas y al pueblo a proclamar a Iturbide Emperador. Este acto de voluntad popular, hizo que el Congreso, en sesión, mediante una elección en la cual votaron 65 diputados de ochenta que había presentes de un total de ciento cinco, declarara a Agustín de Iturbide Primer Emperador de México, siendo coronado el 21 de julio de 1822 con el nombre de Agustín I.
Sus ideas con respecto a España se habían modificado profundamente, y es fácil entender que esto obedeció a sus propios intereses, los príncipes españoles y el ejército expedicionario eran la esperanza de sus enemigos, por eso la España venerada del Plan de Iguala se fue convirtiendo en los manifiestos de Iturbide, como en los de Hidalgo y demás insurgentes, en autora del ‘ominoso yugo’, de cuya inmensa pesadumbre estuvo agobiada por siglos la Nueva España.

La primera república federal

Se estableció el 31 de enero de 1824. Con el triunfo de los liberales se publicó el acta constitutiva de la Federación: aprobando el principio de la soberanía, el derecho de adoptar la forma de gobierno y leyes fundamentales que se estimaran oportunas, la religión católica como única, e intolerancia de otra cualquiera, gobierno republicano representativo federal, estados integrantes libres y soberanos, división de los poderes legislativos, ejecutivo y judicial, una cámara de diputados y otra de senadores, poder ejecutivo depositado en el individuo o individuos que la constitución señalaría, una Corte Suprema de Justicia; cada Estado se gobernaría a su vez por tres poderes deslindados.