Política interna
En 1963 trató de equilibrar los procesos electorales, para
lo cual realizó una significativa reforma a la ley electoral.Otro hecho
importante fue el surgimiento de la revista Política.
López Mateos estrechó los
lazos de México con la Organización de los Países No Alineados y apoyó al
gobierno emanado de la revolución cubana.En 1962, México declaro que la
política de Cuba era “ajena a las aspiraciones y valores de los pueblos
latinoamericanos”.Luego de que el gobierno de López Mateos había negociado con
John F. Kennedy la devolución a México de El Chamizal, el presidente de los
Estados Unidos visitó la ciudad de México.
Política gubernamental
El movimiento ferrocarrilero
En febrero de 1959 continuaban las rebeliones y
movilizaciones de los ferrocarrileros y el gobierno procedió a encarcelar a los
dirigentes. Éstos, en marzo, efectuaron una huelga en el sistema ferroviario
del país que se extendió a los Ferrocarriles del Pacífico y Mexicano. A finales
de ese mes, los líderes fueron aprehendidos y despidieron a gran número de
ferrocarrileros.
Política social
Se creó el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de
los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que sustituyó a la Dirección General de
Pensiones, para proporcionar atención médica, pensiones, jubilaciones y otros
servicios a la burocracia.
Política económica
Con el presidente estadounidense Lyndon B. Johnson develando
la nueva demarcación de la frontera tras la devolución del Chamizal.
El país tenía problemas económicos; entre ellos el déficit
en la balanza comercial, es decir, las compras en el exterior superaban a las
ventas. El 27 de septiembre 1960 se nacionalizó la industria eléctrica. Así, la
generación de electricidad, hasta entonces controlada por empresas extranjeras,
pasó a manos del gobierno.
Luis Echeverria (1970-1976)
Desde el inicio de su administración, Luis Echeverría logró
un acercamiento con los jóvenes universitarios; en especial con los de la
UNAM. Durante 1968 Y 1971 el presupuesto de la UNAM creció en 1,688%, el sector
burocrata aumentó de 600,000 en 1972 a 2.2 millones en 1976, empleando en gran
cantidad a egresados universitarios de los 60's.
En el gabinete había un 78% de
egresados de la UNAM, inclusive un líder del '68 llamado Francisco Javier Alejo
fue designado director del Fondo de Cultura Económica.El 10 de junio de 1971,
tuvo lugar una manifestación estudiantil en la Ciudad de México en apoyo a los
estudiantes de Monterrey. Éstos fueron recibidos por un grupo paramilitar al
servicio del estado llamado "Los Halcones".
El presidente se desligó
de los hechos y pidió la renuncia del entonces Jefe del Departamento del
Distrito Federal, Alfonso Martínez Domínguez. Estos hechos se conocieron con el
nombre de El halconazo o la matanza del Corpus Christi.Realizó viajes a países
de Europa, África y América Latina. Su gobierno fue muy cercano a los regímenes
socialistas de Chile y Cuba. Dio asilo a Hortensia Bussi, esposa del presidente
chileno Salvador Allende, cuando éste murió en 1973 después de ser derrocado
por el golpe de Estado de Pinochet.
Jose Lopez Portillo (1976-1982)
En 1977 comenzó el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas de México con el régimen encabezado por el Rey Juan Carlos I y
presidido por Adolfo Suárez, a dos años del fin del Franquismo, siendo
designado como embajador de México en España al ex mandatario Gustavo Díaz
Ordaz. Ante ésta designación, Carlos Fuentes, embajador de México en Francia,
decidió renunciar, argumentando que no iba a reunirse ni quería ponerse al
nivel del responsable de los sucesos de Tlatelolco. Al conocer la noticia,
López Portillo ofreció la embajada vacante a Echeverría, quien prefirió la
representación de México ante la UNESCO, con sede en París, en donde permaneció
hasta 1978.
En enero de 1979, López Portillo auspició la venida del Papa
Juan Pablo II, luego de décadas de lejanía con la Iglesia Católica, autorizando
el oficio de una misa al aire libre transmitida inéditamente por televisión.
El desastre económico
En materia económica su administración se caracterizó, sobre
todo después de la primera mitad, por tomar decisiones arbitrarias y
financieramente ineptas que detonaron la crisis más severa en la historia de
México desde la época revolucionaria, no sólo repitiendo, sino aumentando los
errores del periodo echeverrista.
El gobierno, obnubilado por las ganancias del
“oro negro” y la euforia de los mercados, guardó los propósitos de inicio en un
cajón y tramitó con la banca extranjera una pléyade de préstamos
irreflexivamente para sufragar la exploración e infraestructura de explotación
de los depósitos petroleros; puso en marcha proyectos de desarrollo condenados
al fracaso por su pomposidad y mala preparación (la Alianza para la Producción,
el Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados, el Sistema
Alimentario Mexicano o el Plan Global de Desarrollo, el más elocuente de
todos); y fomentó una obesa burocracia al crear nuevas secretarías de Estado y
multitud de organismos, adquiriendo y participando igualmente en más de medio
millar de empresas, lo que junto a una corrupción galopante terminó no sólo por
reducir a cero los excedentes del petróleo (calculados en cien mil millones de
dólares entre 1978 y 1981),8 sino por multiplicar la deuda externa ante el
aumento de las tasas de interés, añadiéndose intrigas palaciegas desde la
Secretaría de Programación y Presupuesto rumbo a la determinación de la
candidatura presidencial del PRI, traducidas en diagnósticos desprendidos de
cuentas manipuladas que truncaron medidas elementales como el recorte al gasto
corriente y la baja de precio del barril de crudo para afrontar la sobreoferta
y la austeridad energética autoimpuesta por el mercado mundial, siendo los
chivos expiatorios el secretario de Hacienda, David Ibarra, y Jorge Díaz
Serrano, director de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y un amigo más de los años
mozos del mandatario en el primer nivel del servicio público, ambos serios
aspirantes al Ejecutivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario